Ante la campaña de recogida de zapatos para África, y sin ánimo de molestar las buenas intenciones personales, invito a que reflexionemos sobre lo que hay detrás de estas acciones seudosolidarias, que no pasan de ser meras acciones publicitarias. A distinguir la solidaridad, los pequeños y grandes intentos por lograr un mundo justo y solidario, de las campañas de marketing y lavados de cara.
Esta campaña ha saturado nuestros correos, miles de personas hemos oído hablar de ella, mientras que… ¿cuánta información ha circulado sobre las cantidades que los gobiernos han dado a la banca para taparles sus agujeros? ¿Por qué tanta facilidad para esto mientras que nunca ha habido voluntad política real de erradicar la miseria y hambre en el mundo?
"Zapatos para África” o "Limpiemos nuestros armarios de zapatos viejos para hacer sitio y consumir nuevos”.
Señores, limpien de paso su conciencia con algo tan inocuo y sencillo como es el acto de desprenderse de lo que realmente les es un estorbo. Algo tan mísero y significativo como tirar sus zapatos viejos les hará sentirse una persona buena y solidaria, tocará el cielo al menos por unos instantes. Se olvidará de su miseria.
De enviarlos ya me encargo yo…al fin y al cabo la publicidad nunca me había salido tan eficaz y barata"
Y ahí le vamos todos…qué bien, estas cholas ya no me gustaban…de paso me compro los de esta temporada y como ya estaré en el centro comercial, los compro allí mismo. Además… ¡pobres negritos, a ellos les hace tanta falta…qué contentos se van a poner…!
Y yo me pregunto: ¿no les saldría mejor a los receptores de esos zapatos sudados que se les envíe la suma de lo que han gastado en publicidad + gastos organizativos + gastos de envío + 2€ en lugar de 2 zapatos? Lo mismo podrían haber montado su propia fábrica de cholas…y tendrían cholas siempre…¿o es mejor que esperen hasta que yo vuelva a sudar las mías?
Más contentos se pondrían si al menos nos informásemos de las causas reales del por qué nuestras zapateras están repletas hasta la saturación y ellos sin agua, con su entorno esquilmado. Aún más contentos si tomásemos conciencia de lo que todo ello supone para su mundo y el nuestro.
No cabrían de gozo si nuestra iniciativa, en lugar de dirigirnos hacia la zapatera, dejásemos que nos encaminara hacia levantar nuestra voces unidas y decir ¡¡YA, hasta aquí, inventemos otro mundo!!
No cabríamos de gozo en este nuestro mundo de zapateras rebosantes, si pudiésemos salir de nuestro "total para qué…" que tan bien se encarga de sofocar toda posible rebelión contra lo que se nos impone.
Así que propongo que al menos, nos informemos mejor sobre los intentos de quienes dedican su esfuerzo y energía realizando un trabajo más serio en el mundo de la solidaridad. Aquellos que con su trabajo de cambios de estructuras, logran la posibilidad de crear un nuevo mundo más justo y solidario. Simplemente por aquello de confrontar algo…www.economiasolidaria.org
Candelaria Luis-Ravelo Hernández